La pérdida de productividad es directamente proporcional a la gravedad de la obesidad del individuo, según un estudio.
La obesidad, un problema de salud pública en prácticamente todos los países, se considera cada vez más un factor determinante no sólo de la salud de las personas, sino también de la productividad de las empresas. Por poner un ejemplo, en Estados Unidos, un 42% de la población padece obesidad, un porcentaje que hace saltar las alarmas no sólo en los centros sanitarios, sino también en los consejos de administración de las empresas.
La relación sinérgica entre la salud de una persona y su eficiencia en el trabajo se ha analizado en un estudio presentado recientemente en la conferencia anual ENDO 2023 de la Endocrine Society. Los resultados arrojan luz sobre cómo la obesidad puede afectar negativamente a la economía de una empresa.
Cuanto más peso, más problemas en la oficina
Este estudio, realizado a gran escala con 719.482 empleados, ha comparado los registros de empleo de personas obesas y no obesas en las bases de datos de MarketScan. De los datos se desprendía una pauta que daba que pensar: la obesidad estaba estrechamente relacionada con la pérdida de empleo, el aumento del absentismo y la escalada de gastos debida a la reducción de la productividad. Curiosamente, la pérdida de productividad era directamente proporcional a la gravedad de la obesidad del individuo. Es decir, que cuanto mayor peso, menos producía.
¿Por qué los empleados que padecen obesidad y las enfermedades asociadas se enfrentan a una ardua lucha para mantener una productividad óptima en el trabajo? Según la doctora Clare J. Lee, investigadora de Eli Lilly & Company, estos empleados son más propensos a enfermedades como la diabetes de tipo 2, la hipertensión, la apnea del sueño, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. Estos problemas de salud comprometen posteriormente su productividad laboral y suponen una carga financiera para sus empleadores.
Teniendo esto en cuenta, Shraddha Shinde, que es coautora del estudio, ha explicado que los empresarios deben velar por la salud de sus empleados desarrollando acciones concretas. Estos protocolos de adelgazamiento tendrían un valor doble: la persona obesa ganaría en salud, mientras que la empresa ganaría en productividad.
¿Cómo comenzar a adelgazar?
- Más allá de la productividad laboral, no es ningún secreto que la obesidad disminuye la calidad de vida. Por lo tanto, es importante que las personas con sobrepeso u obesas traten de adelgazar para estar más saludables y minimizar riesgos de sufrir alguna enfermedad asociada. Puede parecer que es complicado, pero la hoja de ruta es simple:
- Alimentación sana: seguir una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, proteínas magras y cereales integrales, puede contribuir a perder el peso. El control de las porciones es importante.
Actividad física regular: la práctica regular de ejercicio físico, como caminar, correr, montar en bicicleta o practicar cualquier deporte, puede ayudar a mantener un peso saludable. Los adultos deben procurar realizar al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad intensa cada semana, junto con ejercicios de entrenamiento de fuerza.
Estos dos pilares fundamentales, si se prolongan en el tiempo, harán que se consiga un déficit calórico, que viene a ser quemar más calorías de las que se ingieren. Como el cuerpo no tendrá el combustible suficiente para aguantar todo el día, se empezará a utilizar los depósitos de grasa, consiguiendo una pérdida de peso. Eso sí, siempre debe de hacerse con control y poco a poco para evitar un efecto rebote.
Fuente: Mundo Deportivo